domingo, 30 de agosto de 2009

cambridge, massachusetts

cambridge parece una aldea, cuyo corazón es harvard university y sus estudiantes y late con los bares y artistas callejeros.








caminando por ahí, porque pasear es un placer, pasamos por una stuff sale donde se remataban desde alfombras hasta cuadernos a medio usar, encontramos un sillón que parecía bastante cómodo y nos sentamos.


pero vinieron tres estudiantes de derecho que lo querían para su habitación: no tuvimos más remedio que levantarnos y continuar con el paseo. nos tentó la vidriera de harvard bookstore y, a pesar del sol que nos invitaba a quedarnos afuera, entramos y salimos con dos libros cada uno, yet another two.






buscamos una mesa afuera, pedimos cuatro ginger lemonades y nos sentamos a ojear e intercambiar las recientes adquisiciones. cuando nos acordamos, el cielo empezaba a cubrirse y ya era la hora de volver. así que sin más, dimos media vuelta y emprendimos la retirada. hasta luego, cambridge. volveremos.

paseando por boston

decidimos dormir un rato más, saltearnos el desayuno y sumarnos al grupo de freshmen e international students a las 9:20, exactamente diez minutos antes de que saliera el micro a boston, thankful for the free ride, of course. it was made clear from the very beginning that the Teaching Assitants living in the observatory, that is, daria, david and me, had their own plans for the day. así fue que, bastante somnolientos todavía, nos bajamos en south station.



seguimos al grupo interesados, básicamente, en dos cosas: el almuerzo y los pasajes de vuelta, los cuales nos sentamos a esperar en el verde boston commons.











conseguimos que una de las asistentes del tour nos entregara los boxed lunches a nosotros primero: veggie wraps and an apple. that was quick. nos faltaba conseguir el train ticket; nada mejor que reposar sobre el pasto y bajo el sol con la panza llena y el corazón contento.






listo. julia, the german TA, decidió unírsenos. entonces nos despedimos hasta luego y nos tomamos la T Red Line que nos llevaría hasta cambridge, más precisamente en harvard station.






lunes, 24 de agosto de 2009

el viajero: el presente, el pasado, el futuro

“Para que Marco Polo pudiese explicarse a sí mismo que aquello que buscaba era algo que estaba siempre delante de él, y aunque se tratara del pasado era un pasado que cambiaba a medida que él avanzaba en su viaje, porque el pasado del viajero cambia según el itinerario cumplido, no digamos ya el pasado próximo al que cada día que pasa añade un día, sino el pasado más remoto. Al llegar a cada nueva ciudad el viajero encuentra un pasado suyo que ya no sabía que tenía: la extrañeza de lo que no eres o no posees más te espera al paso en los lugares extraños y no poseídos.”


de Las Ciudades Invisibles de Italo Calvino (via e-mail de un querido amigo)

jueves, 20 de agosto de 2009